telemedicina para cuidar a las cuidadoras

Cuidar sin olvidarte de ti: las consecuencias del cuidado y cómo la tecnología puede ayudarte

Cuidar sin olvidarte de ti: las consecuencias del cuidado y cómo la tecnología puede ayudarte

Cuidar de alguien que depende de ti es un acto de amor inmenso. Estás ahí cada día: ayudando, acompañando, resolviendo mil pequeñas cosas que otros ni imaginan. Pero ese cariño y esa entrega también pesan. A veces más de lo que quieres admitir.

Porque cuidar a una persona dependiente, encamada o con movilidad reducida puede transformar tu vida por completo. Lo haces porque quieres, porque sientes que “te toca”, porque no hay nadie más. Pero ¿quién cuida de ti mientras tú cuidas de los demás?

El desgaste que no se ve

Quizá te suene familiar: te duele la espalda, te cuesta dormir, te notas más irritable o triste. No es debilidad, es agotamiento. El cuerpo y la mente también piden descanso.

Con el paso del tiempo, muchas personas cuidadoras desarrollan dolores musculares, especialmente en la zona lumbar y cervical, por los movimientos repetidos al levantar o movilizar al familiar. A eso se suman noches sin dormir del tirón, cansancio constante y, a menudo, una sensación de que nunca hay tiempo para uno mismo.

En el plano emocional, el peso es aún más invisible. La responsabilidad diaria, el miedo a hacerlo mal o la culpa por querer un rato de descanso pueden derivar en ansiedad, tristeza o soledad. No eres la única persona que se ha sentido así. De hecho, existe un término para ello: “síndrome del cuidador quemado”. Es lo que pasa cuando el cuerpo y la mente dicen “basta”, aunque tú sigas sin permitirte parar.

No es egoísmo, es autocuidado

Cuidarte no es una falta de compromiso. Es una forma de garantizar que podrás seguir cuidando bien. Dormir, salir a pasear, ver a tus amigos o pedir ayuda cuando lo necesitas no te hace menos responsable: te hace una personas más fuerte y más humana.

El primer paso es reconocer que no puedes hacerlo todo sola. Existen recursos que pueden aliviar mucho tu día a día y que quizá no te has planteado.

Las ayudas técnicas: tus manos extra

Hoy hay muchas ayudas técnicas diseñadas para hacerte la vida más fácil. Una cama articulada, una grúa para movilizar o una silla de ducha adaptada pueden marcar una gran diferencia.

No solo mejoran el bienestar de la persona a la que cuidas, sino que protegen tu cuerpo. Reducen el esfuerzo físico, previenen lesiones y te permiten atender con más seguridad. Y sobre todo, te dan algo muy valioso: tranquilidad.

La telemedicina: acompañamiento sin salir de casa

Además de los recursos físicos, la tecnología también puede ser tu aliada. Aplicaciones como IMG Salud Digital te acercan la ayuda profesional que muchas veces necesitas, sin moverte de casa.

A través de tu móvil puedes consultar a médicos, psicólogos o fisioterapeutas en cualquier momento. Si te duele la espalda, si notas ansiedad o si simplemente necesitas orientación sobre cómo cuidar mejor a tu familiar, puedes hablar con un profesional que te escuche y te guíe.

También puedes usarla para que el médico revise la evolución de la persona dependiente, para resolver dudas sin desplazamientos y para sentirte acompañada por un equipo que entiende tu situación.

Aunque también podrás conseguir la receta que necesitas en pocos minutos, a veces lo que más falta hace no es la receta, sino saber que no estás solo o sola.

Cuidar también es cuidarte

Creemos que cuidar significa darlo todo sin guardarnos nada. Pero en realidad, cuidar de alguien empieza por estar bien tú. Tu energía, tu salud y tu ánimo son parte esencial del cuidado que ofreces.

Así que, la próxima vez que te tomes cinco minutos para ti, no te sientas culpable. Respira, pide ayuda, apóyate en las herramientas que existen.

Recuerda que tu bienestar también importa. No eres “la persona cuidadora”, eres una persona con emociones, necesidades y sueños. Y mereces sentirte bien.

Cuida sin descuidarte.
Descubre cómo el servicio de telemedicina de IMG Salud Digital puede ayudarte a cuidar mejor —y a cuidarte tú también— con profesionales disponibles siempre que los necesites.

 

 

Compartir este artículo