3 Consejos prácticos para movilizar a un paciente encamado

Prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida

La movilización de un paciente encamado es una tarea fundamental para prevenir complicaciones derivadas de la inmovilidad, como úlceras por presión, rigidez articular o problemas respiratorios. Además, favorece el bienestar general del paciente y contribuye a mantener su calidad de vida.

Si te encuentras en la situación de tener que cuidar a un familiar o ser querido que permanece en cama, aquí te ofrecemos 3 consejos prácticos que te ayudarán a realizar la movilización de forma segura y efectiva:

  1. Planificación y comunicación:
  • Planifica cada movimiento: Antes de iniciar la movilización, ten claro qué posición deseas colocar al paciente y cómo vas a realizarlo. Esto te ayudará a prevenir lesiones tanto para ti como para el paciente.
  • Comunícate con el paciente: Explica al paciente qué vas a hacer en cada momento y pídele su colaboración si es posible. Esto ayudará a reducir la ansiedad y el riesgo de caídas.
  • Utiliza ayudas técnicas: Existen diferentes dispositivos que pueden facilitar la movilización, como grúas, barras de cama o sábanas deslizantes. No dudes en consultar con un profesional sanitario para que te asesore sobre las herramientas más adecuadas para tu caso.
  1. Posiciones adecuadas:
  • Decúbito supino (boca arriba): Coloca una almohada debajo de la cabeza y el cuello para mantener la alineación natural de la columna vertebral. Flexiona ligeramente las rodillas y coloca una almohada entre ellas para evitar la hiperextensión.
  • Decúbito lateral (de lado): Alinea la cabeza, la columna vertebral y las caderas. Flexiona las rodillas y coloca una almohada entre ellas para mayor comodidad. Puedes utilizar una almohada adicional para apoyar el brazo superior.
  • Decúbito prono (boca abajo): Esta posición no es recomendable para pacientes encamados durante largos periodos de tiempo. Si es necesario colocar al paciente boca abajo, asegúrate de que la cabeza esté girada hacia un lado para mantener las vías respiratorias libres.
  1. Cama articulada: una aliada para la movilización

Las camas articuladas pueden ser una gran ayuda para la movilización de pacientes encamados. Sus diferentes posiciones permiten adaptar el lecho a las necesidades del paciente, facilitando los cambios posturales y reduciendo el esfuerzo del cuidador.

Alquilar una cama articulada puede ser una buena opción si necesitas este tipo de soporte de forma temporal o permanente.

Recuerda que la movilización de pacientes encamados requiere práctica. Si no te sientes seguro para realizarla por tu cuenta, no dudes en solicitar la ayuda de un profesional sanitario o cuidador cualificado.

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